Mira que hay nombres en el mundo y nos pusieron a las dos el mismo. ¿A quienes? ¿Quién nos habla?
Os cuento. Paloma Payno, a la que todos conocéis por ser la titular de la Farmacia Alicante Golf en la Playa de San Juan, confió en mi, Paloma Sastrón para desarrollar la parte online de la farmacia. Y… ¿por qué Paloma conoció a Paloma? Por la famiglia, como diría Al Pacino en el Padrino. Las dos somos farmacéuticas, obviamente, y las dos trabajamos en una oficina de farmacia. Como Tú a Londres y yo a California, Paloma Payno vive en Alicante y yo, vivo en Madrid. La historia de cómo Paloma entró en el mundo de la botica es precioso:
Estaba trabajando en la farmacia de una amiga, que conocí en un curso de análisis, haciendo una sustitución de una baja. De repente me encontré en el bolsillo de la bata una moneda de 50 pesetas. En ese momento entró en la farmacia el hombre del sorteo diario al que mi amiga jugaba siempre, y jugamos a medias.
Esa noche un amigo me insistió en que pidiera la farmacia en la Playa de San Juan y me dejó hasta el dinero que había que entregar para pedirla. Al día siguiente cuando llegué a la farmacia, todos gritando… ¡Que nos ha tocado! ¡Que nos ha tocado! Y yo pensaba, ¿pero el qué? Ya ni me acordaba que había jugado al sorteo. Le conté a mi amiga farmacéutica que me habían dejado el dinero para pedir la farmacia y me dio su permiso para no trabajar e ir corriendo a pedirla. Aquel día era 28 de Agosto, día de San Agustín como se llamaba mi padre, que me dejó cuando tenía 11 años.
Desde entonces, Paloma ha estado dispensando detrás del mostrador con la alegría que la caracteriza. Siempre en la Playa de San Juan. Primero la farmacia estaba en los Apartamentos Pacoma (que no Paloma, como toda la familia pensaba) y luego se trasladó al campo de golf de la Playa de San Juan.
Aquí va mi historia, que se que os intriga:
Yo empecé farmacia porque era una mezcla entre «bichitos» (léase microbiología) y química. Yo quería ser microbióloga, porque yo lo valgo. Aunque no tenía ni idea de qué iba la cosa, me parecía interesante. Y, fíjate tú lo que es la vida, que me voy de Erasmus a Bélgica a hacer una estancia científica (que es un Erasmus pero trabajando como un negro) y me asignan el departamento de micro. La vida de laboratorio me encantó, el olor a caldo de cultivo ya ni me molestaba, pero el futuro me deparaba otros caminos.
Lo de acabar trabajando en una farmacia ni se me pasó jamás por la cabeza pero tuve la grandísima suerte de hacer las prácticas en una farmacia en la que las dueñas sentían y sienten pasión por lo que hacen. Aprendí que desde el mostrador se puede ayudar a la gente con todos los conocimientos aprendidos en la carrera. A lo mejor es el trabajo que menor prestigio tiene entre el gremio farmacéutico, me da la sensación, pero creo que está infravalorado. Lidiar con el público no está pagado. Literalmente. Además, las farmacias están en un punto de no retorno, donde o se renuevan o mueren: los medicamentos no valen lo que valían. Y, como yo no he nacido en la era dorada de la farmacia, ¡toca currar! Y explotar todos los caminos que la farmacia nos ofrece, como el comercio electrónico y la presencia online. Si a la primera de cambio recurrimos a Google, ¿cómo no vamos a estar online? La idea la tenía clarísima pero necesitaba formación y un título para no desentonar entre tanta titulitis. Desde hace dos años hasta hoy me sigo formando todos los días con cursos online, webinars, libros… Internet evoluciona a diario y tenemos que estar al día. Podeis encontrar mas información en mi web: http://www.starfarma.es Así es como decidimos hacer esta preciosa página web, y el blog. En un futuro, venderemos online nuestros productos de parafarmacia.
Ahora ya que ya nos conocéis un poquito más, ¿queréis preguntarnos algo?
¿Os han gustado nuestras historias?
2 Comments
Un poco más ¿no? Falta algo… 🙂
si? pues no caigo! jaja