Comentarios como: tengo fiebre, me duele una muela, me he dado un golpe, tengo gripe… ¡dame antibiótico! son comentarios que oímos muy a menudo. Como oír esto es sorprendente para mí, como farmacéutica, he decidido que se merece un post para explicar CÓMO, CUÁNDO y POR QUÉ se debe tomar un antibiótico.
Un antibiótico es un medicamento que impide el crecimiento de bacterias. Solo será efectivo si existe alguna bacteria patógena (mala, dañina) en nuestro organismo. Ahora bien, si tenemos fiebre, pueden pasar dos cosas: que nuestro organismo logre combatir el solito al bichito extraño que nos está provocando la fiebre, o que necesitemos una ayuda extra y tengamos que recurrir al antibiótico. En este caso será el medico quien lo dictamine. Por lo tanto, cuando tenemos fiebre, lo mejor será tomar un antipirético: Aspirina, ibuprofeno, paracetamol o Nolotil. Stop automedicación y sobre todo de antibióticos. Si te duele una muela, ve al dentista. Si te has dado un golpe y no hay herida, aplícate una crema antiinflamatoria. Si tienes gripe, de nada sirve un antibiótico, tómate un antigripal. ¿Por qué digo que son un arma de doble filo? Los antibióticos acaban tanto con lo bueno como con lo malo. No distinguen las bacterias malas de nuestra flora compuesta por millones de bacterias beneficiosas. Por lo tanto, al acabar con nuestra flora estamos empeorando nuestra digestión, nuestras defensas bajan, aumentan los hongos (boca y vagina sobre todo) y muchos pueden producir diarreas.¿Queréis saber más sobre nuestra flora bacteriana?
Paloma S.
Leave A Comment